sábado, junio 11, 2005

Manifiesto irreductible

El ala irreductible es esencialmente una filosofía, un modo de ver y sentir la vida.
Ala porque somos parte de un ejército, somos soldados orgullosos y especiales que vemos las cosas diferentes. Irreductible porque siempre hay que estar rebelándose; para redefinirse, para poder cambiar y crecer, incluso a veces contra uno mismo.
Somos los renegados irreductibles porque es el sentido por excelencia que caminan los inconformistas, los que siempre van a por más; los que luchan contra toda autoridad.
El ala también es un subterfugio, una forma de aguante; es un universo que se nutre de moméntos espontáneos e inesperados, donde lo mismo de pronto se ve diferente. La frescura nos atrapa y se mezcla con la belleza; todo se realza y de pronto aparece la magia del descubrimiento. La percepción cobra otra intensidad; uno ve (siente?) una pequeña luz de entendimiento y paz.
Estamos en busca de algo, aunque no sabemos con precisión qué. Lo que cuenta es que ya estamos en marcha y en el camino intentaremos escapar a lo burdo, a lo banal que impera y quiere imponerse como norma. A las prepotentes entidades autoritarias y rutinarias que nos topamos en la vida; que siempre están queriendo imponer sus modos y sus formas; lo "normal"; lo "convencional"; el modelo clásico y tranquilo que mantiene calmado al rebaño. (nosotros somos lobos; no ovejas...)
Intentaremos por sobre todas las cosas comprometernos, disfrutar y comulgar con el momento. Generar entidad y magia en todo entorno en el que nos encontremos para que el momento se torne único e irreptible: la belleza arrive como un refrescante bálsamo y un nuevo universo armonioso (del cuál somos creadores y partícipes) se abanique a nuestro paso.
Nuestras armas serán lo ingenioso, lo sencillo y lo elegante; lo irreverente que tiene la locura y la iniciativa que ella contagia. Intentaremos siempre, pese a las constantes redefiniciones, ser fieles a nuestra esencia.
No nos vengan con la lógica, con fríos números, con cálculos y excusas. Con el rey raciocinio y su mano derecha "Lord objetividad", porque nosotros somos del palo de la luna, del agua y la poesía, de los misterios y las cosas inciertas, la seguridad es una palabra a la que no le tenemos respeto y ni debemos obediencia; ninguna base es firme en este barco. Para nosotros la frase que habla de causa-efecto es una falacia, una excusa más para explicar lo que no necesita ninguna explicación. Siempre habrá un cobarde detrás de cada causa y uno que nace en cada efecto. La determinación y las ansias son las verdaderas energías de nuestro espíritu inquieto, el fuego de la locura también empuja bien es verdad. (siempre estamos rociados con una refrescante dosis de iniciativa y sacamos energía extra -pese al cansancio, pese a la falta de tiempo; pese a lo que "nos conviene"- cuando la aventura inesperadamente golpea nuestra puerta).
Comulgamos con la frase de goehte " Nunca dejes morir el niño que llevas dentro" y todos los que se precien ser integrantes del ala poseen una originalidad y una iniciativa que es muy acentuada en los niños y poco usual en la gente mayor. Somos unos enamorados de la belleza porque la belleza no necesita explicación, creemos que la mayor parte de las explicaciones son innecesarias y la otra parte, meras mentiras. Cualquiera está invitado a aventurarse en esta marcha; no es para un grupo selecto o privilegiado si no para todos aquellos que se hagan cargo del peso de su mochila y que se aventuren en un torbellino de redefiniciones, de nuevas sensaciones y perspectivas; en este otro universo dónde somos títeres y titiriteros a la vez...